Ruth Graciela Cerro

Institución Educativa Fe y Alegría, Las Gaviotas
Reconocimiento: Rector ilustre

Biografía

Propuesta

Toda gran obra comienza con un gran sueño...

Inspirada por Gabriel García Márquez en su proclama de 1994 y motivada por el compromiso personal con mi misión de vida en el campo de la educación, llegué en el año 2006 como rectora a la Institución Educativa Fe y Alegría Las Gaviotas. En ese momento y ahora sigo convencida que la madurez, la disciplina, el carácter y las habilidades que he forjado durante mi trayectoria son ciertamente el valor intelectual y la fuerza espiritual que me impulsan a continuar trabajando por mi utopía,  un sueño compartido por muchos educadores y compatriotas: “poner el país al alcance de los niños para que lo transformen y lo engrandezcan” (García Márquez, Gabriel. Por un país al alcance de los niños, 1994).

Fe y Alegría Las Gaviotas nació hace 37 años de la mano de dos grandes mujeres con alta sensibilidad social, Tránsito Hernández y Martha Gutiérrez, quienes en principio crearon un centro de formación para adultos en el barrio Las Gaviotas de la ciudad de Cartagena,  llamado Centro de Capacitación Cartagena de Indias. Desde sus inicios, se sembraron semillas de esperanza y se instauraron bases sólidas para hacer un centro de educación popular con un proyecto humanista, comunitario y transformador. 

 

Este sueño fue evolucionando paulatinamente hasta completar los niveles de preescolar, básica y media. En el año 2002 crece al fusionarse con la Escuela Mixta Moisés Gossaín Lajud y el Jardín Infantil Niño Jesús. Muchas personas han aportado esfuerzos e ideas. Muchos proyectos de vida han enriquecido la institución. Muchos han sembrado pacientemente para forjar la identidad que ahora tenemos.  Actualmente, el colegio ofrece su servicio educativo formal, en tres sedes, a una población  de 2.000 estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 de los sectores aledaños al barrio Las Gaviotas, con el apoyo de 85 funcionarios entre directivos docentes, docentes y administrativos.

 

Mirando en retrospectiva el momento de mi llegada al colegio, puedo expresar que  Paulo   Freire orientó mi  pensamiento acerca de la educación, entendida “como un bien de interés público, que tiene una función transformadora y liberadora, que prepara a las generaciones futuras y, que sirve a la emancipación colectiva” (Freire, Paulo. Pedagogía del Oprimido, 1970). De esta manera, con el impulso que otorga el sentido de compromiso, proyecté el ejercicio de  mi liderazgo en la institución, del que puedo destacar siete momentos importantes.  Siete claves que he podido conceptualizar, vivenciar y compartir, producto de los aprendizajes permanentes:

Conocer la realidad para situarme.

Bajo esta premisa mi interés fue entrar a conocer la realidad interna y externa de la institución. Con inquietud investigativa, me tomé el tiempo para reconocer el entorno, el contexto y los actores con quienes iba a trabajar.  Así, convoqué a la realización de un diagnóstico para hacer un balance preciso de la Institución.  Encontré un colegio  afectado  por el conflicto y con evocación permanente por su historia, sin cohesión entre sus tres sedes y  con las típicas carencias de la escuela pública y con elementos favorables para trabajar: una planta de   personal   laboriosa  y comprometida, una cultura institucional propicia para el cambio, un equipo de docentes y estudiantes dispuestos a dar lo mejor para alcanzar buenos resultados y una comunidad educativa con sentido de pertenencia. Este ejercicio permitió establecer un logro fundamental para el proceso a seguir: el conocimiento de las características, necesidades, intereses y expectativas de la comunidad educativa.

Soñar e incubar para proyectar.

Una vez que conocí la realidad de la Institución y convencida de la importancia de proyectarla, convoqué a la comunidad educativa para definir el tipo de Institución que queríamos. Con las bases encontradas, con lo mejor del pasado y el aprendizaje asentado en la memoria colectiva, comencé  a estabilizar el clima escolar, a  generar credibilidad, a establecer confianza y a crear la cultura de los equipos de trabajo  para resignificar el proyecto institucional, dándole continuidad a los programas existentes que traíamos con la ONG Fe y Alegría, la Fundación Mamonal y el Proyecto Líderes Siglo XXI.  

Seguidamente revisamos y redefinimos nuestro horizonte institucional y nuestra planeación estratégica. Este proceso se realizó con la participación de todos los estamentos institucionales, bajo la convicción de que “lo que concierne a todos, debe ser tratado por todos” y allí definimos tres  factores que se han convertido en el norte de nuestras acciones: el clima escolar armónico, el alto nivel académico y el liderazgo institucional. En este momento nuestros mayores logros fueron  la  definición del horizonte institucional y la consolidación de la planeación estratégica, es decir, el componente teleológico de nuestro Proyecto Educativo Institucional.

Diseñar para materializar y preservar.

En el marco de resignificación de nuestro PEI, comenzamos un trabajo arduo para organizar la institución por procesos, con el fin de generar mayor sinergia en la misión educativa.  Así, diseñamos y  documentamos los procesos.  Conscientes de que el proceso pedagógico es el motor que impulsa la vida escolar y conociendo el potencial del equipo docente, iniciamos el camino de revisión y actualización de nuestra propuesta curricular.  En jornadas de capacitación, reflexión pedagógica y construcción colectiva diseñamos una propuesta curricular innovadora, con un Enfoque Pedagógico “Mediación Pedagógica para el desarrollo de capacidades y valores”, el cual se centra  en el  desarrollo integral de capacidades-destrezas y valores-actitudes en los estudiantes.  Este modelo es innovador en Colombia y se ha constituido en la fortaleza y en el elemento diferenciador de nuestro colegio. En este momento nuestros mayores logros fueron el Diseño y documentación del sistema de gestión de la calidad, y principalmente, el Diseño de la estructura curricular y del enfoque pedagógico institucional.

4. Aprender para desarrollar la capacidad.

 

Con la plataforma diseñada,  en  el año 2010 asumimos  el reto  de la certificación con la norma de calidad ISO 9001:2008. Fue un momento decisivo para la Institución porque sirvió de oportunidad para convocar a la participación de todas las instancias de la comunidad, propiciar el liderazgo, mejorar la gestión institucional  y comenzar a intervenir la infraestructura escolar. Esta experiencia nos permitió consolidarnos como equipo; fueron días de arduo trabajo, de tiempos extras, de cansancio en los que vivimos momentos de crisis, sin embargo, el sueño de una institución de excelencia nos mantuvo motivados para alcanzar la meta propuesta. En esta instancia el trabajo permitió como logro fundamental  Estandarizar los procesos escolares y hacerlos madurar para lograr la certificación de nuestro sistema de gestión de la calidad con la norma ISO 9001:2008, la cual se constituye en evidencia de la consolidación de una cultura de mejoramiento continuo en nuestra institución.

Influir para potenciar.

Esta evolución ha estado sostenida por la construcción colectiva y  porque he  entendido que  como líder  del equipo Fe y Alegría Las Gaviotas debo apoyar las buenas pasiones, construir fuertes lazos de  confianza  con equipo de trabajo, atender y valorar sus esfuerzos, identificar y aglutinar sus fortalezas, acudir a la responsabilidad individual y colectiva, generar liderazgos que  ayuden a la construcción de una comunidad de práctica y, brindar acompañamiento permanente donde y cuando es necesario.

Como nuestras metas institucionales han sido construidas consensualmente, se han convertido en el referente permanente de nuestro accionar. Así, el desarrollo profesional y personal de los equipos de trabajo es una de las prioridades institucionales.  En concordancia con nuestro enfoque pedagógico que le da al  docente el rol de mediador de los aprendizajes, hemos adelantado un estructurado y riguroso plan de formación desde el 2.008 con el cual buscamos formar especialistas en procesos de aprendizaje con un claro dominio de las diferentes disciplinas que atienden, todo con el fin de mejorar la calidad de la formación brindada a los estudiantes.

Todo lo anterior ha implicado un uso adecuado de los recursos  institucionales, procurando siempre el bienestar de todos los que habitamos el ambiente escolar, priorizando los requerimientos en las instancias representativas y gestionando el mejoramiento y mantenimiento continuo de los ambientes laborales y de aprendizaje. En este momento nuestro mayor logro se fundó en el desarrollo del Plan de formación docente y del personal en coherencia con las metas estratégicas, el cual ha influido para la consolidación de la cultura institucional.  

Analizar para controlar.

Evaluar, medir, monitorear son acciones continuas para valorar nuestros alcances y limitaciones.  Como la planeación estratégica permite el despliegue secuencial de metas y objetivos a alcanzar, éstas son revisadas periódicamente, usando nuestro  tablero de indicadores. De esta manera, en el colegio se realizan valoraciones que nos permiten tener datos sobre el proceso de mejoramiento de los procesos. En este momento nuestro mayor logro consistió en la apropiación del sistema institucional de indicadores, la medición de los procesos y la revisión anual de la planeación estratégica, acciones impulsadas para orientar los cambios necesarios.

Mejorar  para crecer y seguir avanzando.

Todos estos avances  han requerido de paciencia para esperar los resultados y para ello he debido encontrar el equilibrio necesario entre la exigencia diaria y  la constancia en la meta. He hecho uso del respeto por las normas para entablar diálogos firmes y pragmáticos que propicien una gobernabilidad participativa, estableciendo coherencia entre discurso y acción, priorizando el ejemplo como modelo de conducta  y con preocupación permanente  por la autogestión del conocimiento, ya que creo más en la autoridad del conocimiento que en la autoridad formal.

Actualmente  seguimos evolucionando como institución, siendo conscientes que la sostenibilidad de la misma depende de cada uno de nosotros.  Por ello, en el mediano plazo aspiramos a que  nuestro enfoque pedagógico tenga presencia permanente en las aulas.  Queremos seguir reflexionando e investigando sobre metodologías que propendan por el aprendizaje efectivo, para así tal como lo expresa nuestra visión aportarle al proyecto educativo de Cartagena y al de nuestra nación.

En nuestra institución la cultura del mejoramiento continuo se evidencia a través de los siguientes logros: Mejoramiento permanente de los resultados en la prueba saber 11  pasando del nivel medio en el 2005 a nivel superior en el 2011; por quinto año consecutivo dos de nuestros estudiantes se ubicaron dentro de los diez mejores resultados en la prueba saber 11 de colegios oficiales del Distrito de Cartagena; el resultado satisfactorio por encima del promedio de Cartagena y de Colombia en la prueba saber de 5º.  y  9º. – 2009 -  de lenguaje y matemáticas; egresados admitidos a universidades públicas, en el 2011 fueron dieciséis; una propuesta cultural cimentada  que hizo que obtuviéramos en el 2011 el primer lugar en el festival distrital de danzas; por cuarto año consecutivo hemos obtenido el segundo lugar en los juegos deportivos distritales, con destacada representaciones a nivel local, departamental y nacional de nuestros deportistas; consolidación de nuestra identidad institucional; satisfacción del personal evidenciada en la baja rotación del mismo y en el afianzamiento del sentido de pertenencia institucional y un clima escolar con baja presencia de conflictos graves.

A manera de conclusión.

En este recorrido en el que hemos transformado y he sido transformada por Fe y Alegría Las Gaviotas, puede constatarse una de las conclusiones actuales en los estudios de los factores asociados al éxito escolar: “la persona que asume las funciones de dirección de la escuela marca diferencia en el logro académico de los alumnos” (Murillo, Francisco. Investigación Iberoamericana sobre eficacia escolar, 2007).

En todo este proceso siempre ha prevalecido la integridad de mi propósito, entendida como la capacidad de mantener firmes mis principios ante la arremetida del medio y  de las circunstancias adversas.  Esto me ha permitido tener presente que estamos trabajando por el bienestar de los niños y jóvenes, a enfrentar de manera entusiasta y con firmeza las dificultades y, pensar que nada puede distraernos en la meta de mejorar su calidad de vida.

La labor siempre será inconclusa, porque lo alcanzado no es suficiente, se aspira  a lograr más y a ser mejor: la realidad nos pide un permanente ajuste el cual realizaremos sin perder de vista los ideales y principios que juntos hemos construido.

Somos conscientes, tal como lo expresa Andy Hargreaves que “el cambio en la educación es fácil de proponer, complicado de llevar a la práctica y extraordinariamente difícil de sostener“(Hargreaves, Andy. El liderazgo sostenible, 2009), sin embargo nos alientan los logros y  los rostros llenos de nobleza y de esperanza de nuestros estudiantes, y es por ellos que persistiremos en la idea de ayudar a construirles  un mejor futuro. 

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